01 julio 2010

BASURA, ¿LA GUARDAMOS O….?





Graciela Vera
Periodista independiente



Todas las actividades humanas generan residuos. Se considera basura o residuo a todo producto, material o elemento que después de producido, manipulado o usado ya no tiene valor para quién lo posee.

No todo lo que para unos es basura lo es para otros, pero lo cierto es que por día en las grandes ciudades de todo el planeta se catalogan como tal y por ende se arrojan a los vertederos, millones de toneladas de productos diversos.

Aún, y a pesar de que desde hace muchos años se nos viene machacando con la importancia de reciclar, no hemos tomado real conciencia de lo que representan los residuos. Por un lado polución en el planeta, por el otro, una fuente potencial de energía y materias primas que pueden aprovecharse mediante tratamientos adecuados.

Nuestro planeta está llegando al límite de su capacidad, ya no puede soportar toda la basura que acumulamos en él. En los últimos cien años, mucha de ésta se compone de nuevas materias primas que la naturaleza no es capaz de absorber y reciclar.

Buena parte de lo que se tira a la basura podría ser reciclable, falta aún conciencia medioambiental para que todos separemos los desperdicios antes de botarlos.

Dividimos los residuos en:

Residuos orgánicos: generalmente basura doméstica como restos de verduras, frutas, té, yerba, café, panes, carnes. Se degradan bastante rápidamente y contienen un 75% de líquido.

Papeles y cartones: son un tercio de los residuos botados. El papel se produce con pulpa de árboles y fibras vegetales. La industria de la celulosa es la mayor deforestadora del mundo por lo que su reciclado salvaría millones de árboles pero, además debe tenerse en cuenta que para obtener el papel blanco, la pasta de celulosa se trata con compuestos derivados del cloro que son altamente dañinos para el ambiente.

Vidrio: compone un 10% de los residuos domésticos; el vidrio se hace con sílice, una materia prima muy abundante en la naturaleza. Aunque es biodegradable éste proceso demora cientos de años. Como es un producto reciclable, su separación de otros residuos sería vital para ayudar a la naturaleza a mantener su equilibrio.

Latas: forman otro 10% de la basura doméstica, un porcentaje mucho más alto si nos remitimos a restaurantes y bares. Las latas de aluminio son grandes agresoras del medioambiente. El aluminio es una materia prima no degradable y puede durar por más de 500 años pero ésta es sólo una parte del problema. El aluminio se extrae de la bauxita, una roca blanca que se encuentra especialmente en bosques tropicales. Para extraerla se destruye flora y fauna a más de que su limpieza contamina grandes cantidades de agua. Es otro material que se puede reciclar y en lo que deberíamos poner todo nuestro empeño.

Las bacterias y hongos que en los basurales son los mejores aliados de la naturaleza, no siempre pueden, a pesar de su arduo trabajo, transformar y degradar todo lo que encuentran.

Elementos con apariencia inocente pueden no obstante convertirse grandes complicaciones para la conservación de la naturaleza.

¿Vertederos, plantas recicladoras?, no es fácil detener el proceso de contaminación a gran escala pero sí todos ponemos un poco de nuestra parte y los gobiernos se empeñan en lograr soluciones, es posible que en algo le demos una mano al planeta.

Hay otros materiales de desecho que resultan más preocupantes, si esto es posible; y lo es, no tentamos dudas porque están los conocidos como materiales altamente contaminantes, tales las baterías y las pilas que demoran más de mil años en desaparecer. La mayoría contiene mercurio pero las han también con componentes de cinc, cromo, arsénico, plomo y hasta cadmio. Estos materiales pueden comenzar a desintegrarse a partir de 50 años al aire libre pero no se disipan como agentes nocivos.

No escapan a esta categorización los teléfonos móviles y los elementos electrónicos.

Otros elementos problemáticos son los aerosoles, y no queremos ser reiterativos al hablar de las bolsas de plástico, los objetos de telgopor, un material que generalmente se tira sin más a la basura cuando lo retiramos de su uso habitual que es el de embalaje para electrodomésticos. Es un producto al que la naturaleza no puede destruir, con gran esfuerzo logra convertirlo en pequeñas moléculas.

Muy peligrosos son los materiales botados luego de ser utilizados en medicina nuclear pero también el millón de metros cúbicos de basura radiactiva generados por la producción de armas nucleares y los miles de toneladas de combustible utilizado en los reactores de las centrales nucleares y para los que hoy día no hay alternativas de almacenamiento totalmente seguras.

Los residuos radiactivos son un sinónimo de eternidad. No sabemos si nuestro planeta es eterno.

Aún queda otro tipo de basura que, no por estar fuera de los límites del planeta resulta inocuo para éste: la basura espacial.

La Tierra está rodeada de un anillo que aumenta anualmente a un ritmo de entre un 5% a 7%.
Se trata de satélites fuera de uso, restos de naves y cohetes lanzados desde la Tierra o incluso elementos perdidos por los astronautas como lámparas, bolígrafos o herramientas.

Pueden llegar a resultar un grave peligro para las naves espaciales.

En la órbita terrestre, en el fondo del mar, en el interior o sobre la tierra, la basura comienza a saturarnos y lamentablemente nos acostumbramos a convivir con ella con más facilidad de lo que el Planeta lo hace.


1 comentario: